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Un vistazo sublime a una de las instalaciones más grandes del próximo Meow Wolf en Houston.
Adelanto de los personajes de Cowboix Hevvven, arte de Cole Bee Wilson. Foto de Kate Russell.
La iconografía de la cultura vaquera se puede desplegar a través de diferentes y vastas perspectivas, posibilidades y libertades... sin nunca dejar de lado, claro, a esas increíbles botas. El estilo western y sus correspondientes sombreros, espuelas y chaparreras están viviendo un gran momento en la cultura pop: Beyoncé lanzó su popularísimo álbum Cowboy Carter y artistas como Orville Peck ya llevan varios años dándole nueva vida a los clásicos arquetipos del western.
Ser un vaquero solitario puede traer consigo mucho dolor, y no solo el tipo de dolor que se siente cuando tu mujer te abandona y se te estropea la camioneta. Es el tipo de dolor que se siente al crecer en una cultura que amas y que no te ama. Tal vez eres una persona artística, hogareña, sensible, neurodivergente, queer o simplemente extraña. Cole Bee Wilson, el experimentado artista de Meow Wolf, entiende aquel tira y afloja de la cultura western. Tejano de quinta generación, este artista creció entre San Antonio y Bandera, Texas, donde hacía esas cosas idílicas de vaquero en el rancho ganadero de sus abuelos: conducía camiones, montaba a caballo y laburaba codo a codo con su abuelo. Hoy es voluntario en un rancho de Galisteo Basin, en las afueras de Santa Fe, Nuevo México, y todavía ama todo lo que conlleva este estilo de vida, incluida su cultura y su música. Nos reunimos en Citizens of Montrose, una acogedora cafetería en el moderno, artístico y queer barrio de Houston, para aprender más sobre su instalación artística. Durante este desayuno, Wilson me dijo: “La música country es uno de los pocos tipos de música en los que puedes ser poético, cursi, trágico y divertido, todo al mismo tiempo, en el lapso de 2 minutos y treinta segundos”.
El arquetipo del bar de mala muerte se parece a un oasis en medio de un alma desierta... y por eso Wilson quería que existiera uno en que todos fueran bienvenidos. Ahí es donde aparece el Cowboix Hevvven, “un bar de mala muerte y purgatorio, liminal, de ultratumba, con ángeles, demonios, extraterrestres, viajeros del espacio y del tiempo y otros bichos raros de la variedad cowboix” (según una declaración conceptual del artista). Wilson es el principal creador y director de esta instalación de arte, inmersiva e interactiva, la cual contará con un bar y un restaurante que estarán funcionando a partir de la próxima exposición de Meow Wolf Houston.
Wilson asimismo declaró: “Cowboix Hevvven es un espacio entre dimensiones donde lo divino y lo profano coexisten y fluctúan con facilidad. Cowboix Hevvven es un bar que de verdad funciona y en donde se sirven deliciosas comidas y bebidas de bar de mala muerte, inspirado en los antros y salones de baile del centro de Texas, como Sam’s Town Point, The Longhorn Tavern, Lonesome Rose y Lola’s Depot. Batsy es el dueño de este notable y perfecto antro para esos fanáticos del rodeo que puede que sean queer, raros y deambulantes, del más allá y de la otra vida. Cada personaje colorido tiene una historia larga, rica y hasta solitaria que contar; historias que incluyen diabólicos días de ostentación y glamur, así como las vertiginosas alturas de los ángeles de un bar honky tonk. En la barra de Cowboix Hevvven hay un asiento esperando a todos y todas”.
En inglés se escribe “cowboix” para que cualquiera, sin importar género, pueda ser un cowboix. Y con todos nos referimos a todo tipo de ser o todo tipo de existencia; todos están aquí. El colorido elenco de ángeles y demonios entre dimensiones tiene historias de fondo que revelan citas, deudas de juego y relaciones poliamorosas. Batsy, un semidiós antiguo y poderoso, ha pasado de ser adorado como uno de los seres más poderosos del universo a ser un relajado dueño de un bar. Junto con su pareja, Ángel, han convertido una taberna de Texas en ruinas en un animado refugio para todo tipo de seres; en este, durante los últimos 37 años cada noche ha sido una celebración inolvidable. Recientemente, Ángel y Batsy le dieron la bienvenida a Cisco a su alegre hogar. Ángel es un ser divino de luz sin edad ni género, capaz de tomar muchas formas, el que a menudo aparece como un humanoide translúcido y brillante. En Cowboix Hevvven ser trans va más allá del género, sino también del tiempo y el espacio, como un espectro multidimensional de existencia. Ángel es una entidad de quinta dimensión cuya forma mágica de tocar el pedal steel ha encantado al público desde que conocieron a Batsy en los años setenta, así creando en su amor eterno un equilibrio perfecto entre oscuridad y luz.
También hay demonios depresivos que representan la tristeza tanto en la música country como en nuestros propios corazones (el personaje Eloc, un retrato del dolor que Wilson derrama en su cerveza); viejos y humanoides armadillos, una entidad mitad humano y mitad ostentosa, un desafortunado terrón consciente de barro, un tramposo jugador de billar que te hablará pésimamente sobre tu juego de billar, así como una mega superestrella country ardiente que lo tenía todo en el mundo, pero quien un día se bajó del escenario para regresar a la simplicidad de este bar de mala muerte.
Lo más conmovedor es un ángel de arcoíris que representa al querido y difunto cofundador de Meow Wolf, Matt King. Wilson era cercano a King y, como muchos artistas de Meow Wolf, quería inmortalizar a su amigo en esta estatua inquieta e impactante que irradia una brillante luz.
Los personajes no son parte de esa estricta dicotomía que hay entre el bien y el mal; más bien, todos están en algún lugar del espectro, tratando de entender cómo funcionan las cosas. Así describe Wilson la escena: “Todos los días se parecen a lo mismo, una noche de viernes, una donde estamos a una campanada de la medianoche”. Una imagen que lleva a formular la siguiente pregunta: ¿te sientes atrapado si estás atrapado en una interminable fiesta?
Las cualidades sobrenaturales de Cowboix Hevvven se equilibran con sus encantos de bar de mala muerte, esto ya que cuenta con una mesa de billar interactiva, una cabina de fotos y una máquina de discos que reproduce música creada por Wilson, así como 30 canciones con licencia de músicos de Texas. Todo esto se inaugurará con el resto de la exposición de Houston, incluyendo un completo menú, y solo estará disponible para quienes adquieran entradas para Meow Wolf.
Esta instalación contó con el trabajo colaborativo de muchos artistas, entre ellos diseñadores, productores, programadores y más. Otros artistas que trabajaron en Cowboix Hevvven son Jayla Kuemichel, Max Cohn, Sofia Howard, Caity Kennedy, Karen Lembke, Cat Mills-Flegal, Emilio Pincheira, Elana Schwartz, Wylla Skye, Zach Sawan, Charlotte Thurman, Enoch McPherson, Chris Hilson y Jess Webb, entre muchos otros y otras.
Ya veremos cómo los tejanos reaccionan a esta lúdica exploración del arquetipo del vaquero. Seguramente habrá muchas personas para quienes este espacio acogedor es sumamente necesario. A partir de eso, y con mucha alegría, Wilson asegura: “Para cada persona, la invitación sigue en pie... estaremos en el Cowboix Hevvven para saludarlos con amor y elegancia”.
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